TUBAZO: Conspiración en el hotel Caracas Palace

Un ciudadano de nombre Silvino Bernal Rangel acudió a nuestra redacción con la intención de hacer una denuncia escandalosa: en el hotel Caracas Palace, antiguo Four Seasons, en Altamira, se está conspirando contra Venezuela y su pueblo, contra el Gobierno legítimamente constituido, y contra el presidente de la República. Desde esta tribuna exhortamos a las autoridades competentes –que las habrá- a desactivar esta nueva andanada de la derecha, sus esbirros, los cachorros del imperio, los vecinos oligarcas de El Cafetal y todos cuantos se opongan al proceso hermoso de cambios que se ha impuesto en el país.

Silvino Bernal Rangel, hoy por hoy secretario general del gobierno municipal y quien desde el año 2005 forma parte del ejército de vanguardia -pacífico pero armado-, que ha acompañado al comandante en jefe su misión liberadora de estas tierras del yugo imperial, denunció que en el hotel Caracas Palace se está armando un terrible complot. No es el único que ha manifestado su preocupación por lo que sucede en esas instalaciones que él tan sagazmente conoce.

“El pasado miércoles estaba con mi gente en el bar de este hotel, afortunadamente rescatado nuestra alcaldía para el deleite del pueblo, cuando vi un movimiento extraño”, explicó el denunciante. “Pensé que era el whisky que estaba tomando desde temprano (estuvimos en el bar entre 11 am y 7 pm) el que me hizo alucinar y ver unos rostros que no eran conocidos. ‘Estos no son células del partido, tampoco son patriotas ni socialistas ni afrodescendientes ni dirigentes populares’, me dije apenas lo vi. Les pregunté a mis compañeros de trabajo en la alcaldía si conocían a aquellas personas y literalmente las 32 personas, incluyendo al alcalde, me dijeron que no. Tampoco ninguna de nuestras amigas sabía quiénes eran. Y ahí sí nos pusimos nerviosos”.

El equipo de la alcaldía, que vio interrumpido su almuerzo de trabajo en el restaurante Zeus del hotel, entendió el peligro cuando supo -gracias al diario VEA que un pregonero les vendió oportunamente-, que en ese hotel se iban a reunir los dueños de medios de comunicación que integran la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

“Los vimos haciendo de las suyas”, prosigue Silvino Bernal Rangel. “De un lado a otro. Hablando por celular, encorbatados. No supimos exactamente en cuál habitación se estaban hospedando. Nosotros teníamos varias reservadas por si necesitábamos alguna privacidad. Nueve de nuestras amigas subieron a las suites presidenciales para hacer unas llamadas y cambiarse de ropa. Inmediatamente activamos el Plan Tiburón XVI. Y alertamos a las fuerzas de seguridad para que tomen nota del asunto. Repito: el Hotel Caracas Palace es hoy escenario de un plan golpista”.

-¿Piensan los trabajadores de la alcaldía regresar a este hotel, ahora con esta terrible amenaza?

-Por supuesto –su tono es enérgico y decidido-. No permitiremos que la contrarrevolución nos arrebate lo que tanto sudor nos ha tocado ganar. Y que quede claro: no hablo sólo del bar. Me refiero al restaurante Zeus, a las piscinas, al spa y a sus suites. Seguiremos yendo al Caracas Palace. Seguiremos consumiendo ahí, sin miedo. Señores conspiradores: ¡No les tememos! El Caracas Palace es una conquista –pequeña pero real- del partido y la alcaldía, de la mano con el pueblo. Nada nos impedirá que sigamos yendo con nuestras(os) amigas(os) a seguir trabajando construyendo la patria linda con la que todos soñamos.