Gracias a la osadía de unos contados vanguardistas, la moda del collar de perro como accesorio humano se está popularizando rápidamente. Pero nuestra sociedad es sumamente conservadora, y para algunas almas pacatas este novedoso accesorio es un estigma social. Así lo descubrieron los jóvenes británicos Ani Graves y su prometida Tasha Maltby, quienes recientmente fueron expulsados de un autobús en Inglaterra, por atreverse a lucir y usar un collar de perro.
Me llena de orgullo reportar que en Venezuela somos mucho más modernos y vanguardistas que los ingleses. De hecho, la última exponente de esta tendencia es la popular doctora estadounidense Eva Golinger. Aquí la vemos en dos fotografías luciendo este atrevido accesorio en versiones discretas y elegantes.
Si bien la doctora Golinger no ha dado el paso siguiente, es decir, no ha incorporado los muy necesarios amo y cadena a su accesorio (no se vaya a confundir usted por el realismo de la ilustración, el lazo que usted ve aquí es un efecto especial), el simple hecho de que se atreva a lucir el collar habla muy bien de su liderazgo y autoestima.
Bravo doctora, es usted pura distancia y categoría.
No comments:
Post a Comment