No vamos a ahondar en lo obvio: el barinés acaba de lanzar la nueva Ley de Inteligencia y Contrainteligencia, que es la versión bolivariana del Patriot Act, la cual lanzó el texano hace unos años. La idea: espiar a todo el mundo y crear paranoia. Todo muy constitucional.
Estos dos tipos se parecen demasiado, son casi idénticos, como hechos en serie. El molde es el mismo. Son clones. Son fotocopias. Son Ken. Son marca Mattel. Y se aman, se buscan, se desprecian, se odian. Entre ellos hay pasiones desbordadas, enfurecidas, arrebatadas. Es un drama shakespeariano de dos gemelos univitelinos que fueron separados por el destino y sus circunstancias los llevó, como a los Capuleto y los Montesco, a enfrentarse sangronamente por la corona de los pesados, los más pesados (no es culpa de nadie). La tragedia amenaza a sus cada vez más anémicos seguidores.
Veamos a nuestros mellizos separados y vueltos a encontrar:
1) Son petroleros: cada vez que sube el crudo, ellos engordan sus bolsillos y celebran de lo lindo.
2) Son rojos-rojitos: es el color de los Republicanos y de los PSUVistas.
3) Pese a lo mediocres que son (en el montículo), cómo les gusta el béisbol a estos gemelos.
4) Uno es llanero, el otro vaquero (el caballo los une).
5) La guerra. La guerra.
6) Un gemelo estudió Administración Harvard. El otro administró la cantina de la EFOFAC.
7) Son religiosos, medio fundamentalistas, medio pastores protestantes. Uno es cristiano evangélico, el otro es Obispo Mayor del Centro Cristiano de Salvación.
7)¡Hasta la próxima niños y no dejen de hacer las tareas!
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