No hay que ser Kissinger para darse uno cuenta de que entre el referéndum y las computadoras las cosas en Venezuela y en Bolivia están peliagudas. De modo que cuando se presenta Evo en el hermoso acto de bienvenida que le tiene preparado Hugo en Caracas, es de esperar una declaración sobre la situación. Pero no, lo primero que hace Evo es darnos razón de la salud de Fidel (delgado pero muy lúcido, le manda saludos al compañero Hugo).
Bolivia incendiada, Venezuela rodeada por el imperio y sus lacayos, y nuestros presidentes -románticos incurables- saben que antes que nada van la retreta presidencial, los fornidos soldados en fieltro ajustado y por supuesto, la salud de Fidel. De lo más enfocados nuestros estadistas.
Más soldaditos de plomo para nuestros lectores curiosos:
No comments:
Post a Comment