Lina se te acabó el sex appeal

Desde Caracas mi buen amigo boliburgués (en cosa de tres años pasó de ser reservista ocasional al frente de un endógeno Tiuna en el Paseo Los Próceres a propietario de tres estupendos departamentos, sin contar el de la playa) me pide que no le recuerde su pasado "colaboracionista".

Ese pasado terminó el 2 de diciembre de 2007: ¿Chavista yo? ¿Tú estás loco?

Ocurre que a estas alturas ser chavista perdió su sex appeal, me explica mi amigo desde su BlackBerry al tiempo que maldice porque el dólar perdió un poquito de terreno. Cuando hace un par de años, por tan sólo ejercer de revolucionario, te invitaban escocés 18 años y las nenas te coqueteaban y te comían a besos –a más de una mi amigo boliburgués le financió las tetas nuevas-, ahora la sola sospecha bolivariana es más que suficiente para que las hembras se larguen corriendo, espantadas. “Es que están de salida: en diciembre pierden al menos 15 gobernaciones. Yo antes era socialista, pero ahora es una raya…”.

Y mala tiene que estar la cosa allá adentro como para que mi amigo boliburgués que se hizo rico gracias a la camisita roja, me diga que zape, que está pensando en tocar la puerta de Un Nuevo Tiempo. Veamos si la vaina está jodida o no: 1) Fidel Castro ya podemos decir que se murió. 2) El soberano saquea mercales buscando pollo. 3) Luis Tascón subió al primer lugar de la Lista Tascón. 4) Ya Chávez ni manda, ni ordena, ni gobierna, ni administra, ni emociona, ni enoja, ni da risa, ni da lástima, ni canta, ni baila. 5) Ya los niños no se disfrazan de Chávez. 6) ¡Lina Ron es de la CIA!

Eso último me quedó más o menos claro después de escuchar al capo mayor en La Hojilla. Yo imagino que Lina Ron se debe sentir como Hannibal Lecter en aquella prisión de alta seguridad adonde la visitaba Jodie Foster. La pobre se debe sentir presa de sus pulsiones, con el corazoncito encerrado, luego del regaño que le dieron (¿le vieron la cara de goce a Mario Silva el malo?). Lina se fue al Arzobispado hecha una fiera, ladró al tonto periodista de Globovisión, repartió hidrofobia a mansalva entre los curas y puso la torta: la liberación de los secuestrados de la FARC quedó opacada por los gritos de esta por ahora venida a menos loba esteparia que está cerca de entrar a la lista de infiltrados mandados por el imperio.

A la diabla no le quedó otra que decir que no estuvo ahí entre los curas y que -qué más da- ahora va a obedecer a la espada de Bolívar que camina.

Por su parte, mi amigo boliburgués, que de paso no tiene nada que ver con el imperio (ni siquiera balbucea un poco de inglés) me exige que no le recuerde sus días como reservista. Me suplica que olvide su plutócrata pasantía por algún ministerio. Me ruega que saque de mi cabeza aquella rumba que se metió con Lina Ron y su gente en una casa de Los Palos Grandes (pagó él). Me dice que su súbita fortuna es producto de un trabajo técnico, jamás ideológico. Me jura que nunca fue taaaan rojo. Y que jamás escribió, firmó y selló –tengo los documentos- delicias como: “Con la eterna guía y sabio liderazgo de nuestro presidente, comandante Hugo Rafael Chávez Frías, juntos construiremos la patria hermosa y revolucionarios que todos soñamos para los nuestros por los próximo mil años”.

Es un hecho: el chavismo perdió su sex appeal. Que lo diga Lina.